viernes, 17 de septiembre de 2010
domingo, 27 de junio de 2010
viernes, 21 de mayo de 2010
sábado, 17 de abril de 2010
viernes, 26 de marzo de 2010
Inicio
Tengo un nuevo proyecto, es mantener la boca cerrada.
Sufro de una enfermedad llamada incontinencia verbal
la cual parece incurable.
Aunque yo pienso que es inofensiva, mis amigos
la consideran peligrosa en exeso, así que comenzaré
a escribir, no hablar
un tipo diario.
Bien pues les cuento:
Estoy bicolor:
Asi que recuerda ponerte bloqueador solar.
eso es todo por hoy!
viernes, 5 de marzo de 2010
Boda
sábado, 20 de febrero de 2010
je.
Un hombre bueno es la diferencia.
La sentencia: desterrado de por vida.
Ya no era nada nuevo, conocía perfectamente lo que hacía, primero abordábamos y luego hacía el infinito. Siempre un nuevo viaje más excitante que el anterior. Las coordenadas de hoy son: 88º77’66” anunció el capitán. Pónganse cómodos y abrochen sus cinturones de seguridad. La nave llamada “ixtli lata” salía disparada hacía la nada. Hoy me asignaron a Héctor de compañero, ese guey tiene caca en el cerebro, qué mas da, ya pasada la tercera dimensión, encontramos a Einstein en la cuarta, y por la quinta avenida vimos a Coco Chanel platicando con Salvador Dalí, discutiendo sobre Justina. No sabíamos donde parar, pero al final, al bajar de nuestra turbulenta mágica nave nos fundimos con el firmamento en un eclipse total.
Supimos de un tal William Blake, loco escritor de poemas desterrado del planeta tierra, lo encontramos en el café de la esquina, llamado “estalagmita”, tomando té acompañado de Bob Dylan, quien entre tantos tamborileos, se perdió en el paseo. Le preguntamos por Magalí, y el dijo: no tiene caso buscarla, esta en la carretera 61, donde Abby se pregunta cual cordero va a sacrificar primero.
El cocofante perseguía a la gatita de la vecina, extraña dieta, mejor no le pedimos cuentas, Alberto le habla a Sofía de Platón y en mi cuarto hay un pequeño ratón, Veamos, el cocofante persigue a la gata que se comería al ratón, pero el ratón espantaría al cocofante, porque aunque muy coco, tiene su parte farsante, digo efelante, o elefante, como queráis.
Pasando la esquina, esta su colegio, de ese chico de cabello negro, a quien un día sus amigos le llorarán, pero nunca se enterará de que Gaby lo ama desde tiempo atrás… Hablábamos de él mientras nos dirigíamos al concierto de cello, (Sorpresa grande cuando me enteré que Omar era el protagonista del concierto). Ese día vimos a Police pasar.
Verde en el semáforo y yo dije: go, go, go, ooh no… Y él dijo hola, cuando yo decía adiós.
Magalí Leyva
Dedicado a todas las personas involucradas en el relato.
La sentencia: desterrado de por vida.
Ya no era nada nuevo, conocía perfectamente lo que hacía, primero abordábamos y luego hacía el infinito. Siempre un nuevo viaje más excitante que el anterior. Las coordenadas de hoy son: 88º77’66” anunció el capitán. Pónganse cómodos y abrochen sus cinturones de seguridad. La nave llamada “ixtli lata” salía disparada hacía la nada. Hoy me asignaron a Héctor de compañero, ese guey tiene caca en el cerebro, qué mas da, ya pasada la tercera dimensión, encontramos a Einstein en la cuarta, y por la quinta avenida vimos a Coco Chanel platicando con Salvador Dalí, discutiendo sobre Justina. No sabíamos donde parar, pero al final, al bajar de nuestra turbulenta mágica nave nos fundimos con el firmamento en un eclipse total.
Supimos de un tal William Blake, loco escritor de poemas desterrado del planeta tierra, lo encontramos en el café de la esquina, llamado “estalagmita”, tomando té acompañado de Bob Dylan, quien entre tantos tamborileos, se perdió en el paseo. Le preguntamos por Magalí, y el dijo: no tiene caso buscarla, esta en la carretera 61, donde Abby se pregunta cual cordero va a sacrificar primero.
El cocofante perseguía a la gatita de la vecina, extraña dieta, mejor no le pedimos cuentas, Alberto le habla a Sofía de Platón y en mi cuarto hay un pequeño ratón, Veamos, el cocofante persigue a la gata que se comería al ratón, pero el ratón espantaría al cocofante, porque aunque muy coco, tiene su parte farsante, digo efelante, o elefante, como queráis.
Pasando la esquina, esta su colegio, de ese chico de cabello negro, a quien un día sus amigos le llorarán, pero nunca se enterará de que Gaby lo ama desde tiempo atrás… Hablábamos de él mientras nos dirigíamos al concierto de cello, (Sorpresa grande cuando me enteré que Omar era el protagonista del concierto). Ese día vimos a Police pasar.
Verde en el semáforo y yo dije: go, go, go, ooh no… Y él dijo hola, cuando yo decía adiós.
Magalí Leyva
Dedicado a todas las personas involucradas en el relato.
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